Leila Abidar García

Ingredientes: 3 tazas de harina de maíz 2 tazas de agua o leche tibia ½ taza de papelón rallado ½ taza de queso rallado  (Semiduro o palmita escurrido) 2 cdas de mantequilla 1 plátano maduro hecho puré 1/4 cdta malagueta Sal c/n Preparación: Diluir en el agua tibia el papelón y la mantequilla; en un bol colocar la harina, con la malagueta , la sal, agregar el agua de papelón en la masa revolviendo constantemente, seguir amasando con las manos, agregando el queso y el puré de plátano hasta que este todo bien integrado y resulte una masa suave y homogénea.  Hacer  cilindros de 2.5 cms de espesor y de 18 a 20 cms de largo, formar la mandoca juntando los extremos. Freír en aceite caliente y acompañar con queso palmita o de matera. Da para 20 mandocas grandes aprox. Tips: pueden congelarse crudas.

Ingredientes 200 grs harina todo uso 80 grs de mantequilla pomada 100 grs de azúcar morena 80 grs de mantequilla derretida 2 huevos 100 ml de leche 2 cdas de vainilla Pizca de sal 2 cdtas  de polvo de hornear ¼ taza  de nueces mixtas ¼ taza de  arándanos ¼ cdta de canela en polvo Preparación: Mezclar los ingredientes secos y reservar;  en la batidora  batir los huevos, incorporar el azúcar, seguir batiendo, agregar la mantequilla y la leche con la vainilla.  A  mano con una paleta agregar la harina, sin batir demasiado hasta integrar. Por ultimo los arándanos y los frutos secos, previamente mezclados con una cda. de harina.  Con la ayuda de dos cucharas  llenar los capacillos hasta ¾ de su capacidad.  Hornear por 20 min  aproximadamente a 180 grados. Da para 12 muffins medianos. Variación: Puedes sustituir el azucar por 20 grs de sucralosa

Es la mañana de un sábado de diciembre triste, temprano llego a mi puerta un jardinero que desde que vivo en esta casa siempre veía en la cuadra, llegaba en su bicicleta alegre y dispuesto a trabajar, recibiendo a cambio su paga justa con la que podía sostener a su familia honradamente. Su bicicleta siempre dispuesta a llevarlo, con cauchos perfectos y cadena brillante…Hoy, mas delgado,  me pidió trabajo a cambio de algo de comida, ´´un paquete arroz o pasta señora, le recojo las hojas, lo que sea por algo de comida…´´ enseguida me llegaron las lágrimas, el corazón se apretó en mi pecho y mis pensamientos se nublaron de tristeza. El dolor llegaba temprano a mi puerta. En otros tiempos, ese jardinero tendría la sonrisa desbordada y sus bolsillos repletos de generosos aguinaldos en efectivo, y hasta quizás una cesta navideña de parte del rico de la cuadra... Todo ha cambiado por arte de maleficio, por culpa de la indecencia de la cúpula que gobierna, la destrucción sostenida

Cajas de madera que adornan mi mesa del Norte y del Sur de Oriente y Europa de los Andes y el Llano de la Sierra y el Lago, aun me faltan muchas… Cajitas de madera coleccionadas con apego, recuerdos de mis andanzas por este mundo tan inmenso. Las miro y pienso: si me voy aquí se quedan, si del cielo me llaman me pondrán en una; iré al fuego o a la tierra profunda será mi última caja esa que llaman urna, elegida por otros para mi humanidad ya apagada, y así liberar mi alma de esa carga tan pesada, e inicie el gran viaje a la eternidad soñada.

Un país que preserva la solemnidad y majestuosidad de sus espacios, preserva la idiosincrasia y la unión de sus ciudadanos. Mi recorrido ayer por el Capitolio del estado de Texas, me lleno de admiración y me ratificó el por qué Estados Unidos es una gran nación! De inmediato me transporte a aquel tiempo en el que el viaje de grado de bachiller no era a una isla para bailar y desatar tus deseos reprimidos; el viaje era, además de compartir alegrías y paisajes nuevos con tus compañeros de siempre, visitar los símbolos y los monumentos de tu patria, los lugares emblemáticos de la Capital, Caracas, de la cual nos sentíamos orgullosos, conocer la primera ciudad de Latinoamérica en aquel entonces, cuando llevábamos el rumbo hacia el primer mundo. Ayer recordé la grandeza y el orgullo que sentí cuando visite la Sede del Congreso de Venezuela, con sus dos cámaras: senadores y diputados, sus jardines realzados con esbeltos chaguaramos, la hermosa fuente, la imponente cúpula dorada ad

Hoy es 3 de diciembre, ha llegado el mes más hermoso del año, así decíamos en otros tiempos que parecen ahora tan lejanos; ha llegado diciembre, sí, porque el tiempo es indetenible, los días trascurren con prisa y ahora con espanto, diríamos que inflacionariamente. Ha llegado diciembre y ya no es verde, rojo y blanco, no huele a pinos, ni a manzana con canela, no se escucha el jo jo jo, no sabe a ponche crema, ni nos reúne en torno a las hojas de hallacas, guisos y pabilo que alborotan la mesa. El arbolito se asoma triste y casi que con vergüenza, pensativo se ha quedado al pie de la escalera, va retrasado, debió estar en su lugar de siempre antes de la feria, pero llega tarde a esta cita, esta inerme, sin ese gran significado que tiene desde que era niña, esta  como si en el closet siguiera; apagado, sin adornos, sin canto…  Te animan los niños de la casa en su inocencia cuando preguntan cuándo lo vas a poner en su lugar y la abuela que también se alegra; pero cada bambalina te