Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2019

TAN SOLO IRTE

Imagen
Irte sin resistencias cuando toca, cuando debas. Irte sin escándalos sin causar dolor ni profundizar heridas. Irte en silencio con el corazón sereno la cabeza erguida, sin cargar derrotas, sin llevarte tristezas ni rencores atesorados en el alma. Irte sin buscar culpables, sin dejar penumbras ni sombras de duda. Irte cuando no sea tarde cuando no sea irremediable, cuando intuyes que el final llega. Tan solo irte así sea llevándote un saco de recuerdos  y el inmenso dolor  de la despedida a cuestas.

UN VENEZOLANO

Imagen
Un venezolano en cualquier lugar del mundo es flor perfumada, es corazón de selva verde y profunda, es alma llanera que sonrisas sin medida regala. La tristeza de estos tiempos se lleva a cuestas, a veces pesa tanto que se derrama, pero nuestra grandeza emocional nos abraza con piedad y nos levanta. Llevamos el mecer de las palmeras en la mirada, la brisa del lago, de los  andes, del oriente, del Caribe y del Avila, sopla refrescando el mundo con el canto de nuestras palabras. Y el alma, como buchón se nos hizo alas, no sabíamos volar del cálido nido de nuestra tierra amada y los Tepuy, fortalezas que custodian la gran sabana, con su magia nos dieron el valor e inspiración necesaria. Nos llevamos los cimientos grabados con fuego, tambores y danza, para que el corazón palpite al ritmo del galerón, gaitas, golpes y contradanzas. Y por si acaso, una tuma con azabache y peonías nos acompaña, protección de nuestros ancestros, por si nos echan una v

SON COSAS DEL OTOÑO

Imagen
Cuando los árboles se desvisten, olvidan,  dejando caer sus hojas, soltándolas al viento para que juegue con ellas, entregándoselas a la tierra adornándola de ocres, amarillos y naranjas, vestidos de otoño quedan. Cuando los árboles olvidan,  se desvisten, para descansar de los recuerdos de aquellos pájaros que hicieron nido, para vaciar el canto de la primavera, para desalojar quimeras... desnudos quedan. Resisten el duro invierno que todo hiela,  aquietan sus latidos, invernan, se hacen invisibles,  silenciosos se renuevan,  y algunos, ya cansados, se olvidan para siempre  sin querer más  primaveras.