Esperando el año nuevo


El 31 de diciembre, una fecha que tiene un poco de todo, alegría por el nuevo año que llega, incertidumbre y algo de miedo a esos 365 días que comenzarán un nuevo descuento; un camino para recorrer, vivir, llenar de proyectos y metas alcanzadas, seguramente con tropiezos, altos y bajos, donde esperamos que la salud nos desborde y todos los nuestros nos acompañen.

Inevitablemente te preguntas: dónde estaré el próximo año, quien faltará en la mesa, a quién extrañaremos, o  quién más estará en nuestra vidas. Preguntas  sin respuestas repletas de esperanzas y anhelos. En cada campanada, que despide el año viejo, hay un recuerdo que te asalta, algo que dejas en el tiempo y espacio ya transcurrido, hay tristeza por los que se han ido, alegría por los que han llegado; cada uva representa la ambigüedad de los meses que se han ido y los que vamos a estrenar. 

La tarde de ese día, luego de que ya todo esta dispuesto para la celebración,  el ambiente perfumado con flores y velas, las luces, las copas  de cristal tornasol sobre la reluciente bandeja de plata, el arbolito con su titilar, el fondo musical que me trasporta a otros tiempos, el pasado regresa a mi dulce presente y me entrego a ese repaso, a ese inventario de aciertos y desaciertos, a esa lista de  lo alcanzado y lo que queda aplazado, de lo que fue posible y lo que no…, algunas lágrimas se escapan por las ausencias definitivas y algunos suspiros por las temporales. Llega un año nuevo y sentimientos de esperanza y alegría invaden mi corazón; la incertidumbre en mis pensamientos, hacen juego con las expectativas positivas, mis sueños y proyectos; en mi alma hay jubilo porque celebro la dicha de poder vivirlo, y a pesar de que la distancia adorna por estos días mis afectos, la certeza de que ha sido la mejor decisión me tranquiliza. Los extraño así como que demasiado, la nostalgia ha sido el segundo plato en estas fiestas …los sentidos están como que en voz alta, una canción me saca lagrimas, un postre me recuerda a aquellos chiquillos que morían por probar, un aroma me trasporta al tiempo en que esas tres hermosas criaturas me marcaban la pauta…

En estos  últimos años, esa tarde ha sido mas intensa, mis hijos se han ido a otras tierras en busca de esperanzas y yo me he quedado con el vacío  de la distancia; trato de imaginarlos acompañados, celebrando, realizando sus sueños, y el solo hecho de saberlos a salvo ya es un automático consuelo, así que vuelvo a sacudirme la tristeza, y busco aquella canción que sacará las ganas de bailar de nuevo, para distraer al corazón con un poco de algarabía y así bajar el tono a la tristeza.  Y me dedico una vez mas, al repaso, pero ahora del encuentro de Noche vieja, de que todo este perfecto para dar la bienvenida a ese año nuevo entre burbujas, uvas y  fuegos artificiales.

Es mi deseo que lo bonito del Nuevo año los encuentre, que se hagan invisibles a lo malo, que los sueños los atrapen y puedan realizarlos, que el amor siempre los acompañe a todos lados, que sus familias esten unidas y los amigos siempre alegren su vida.
Los amo a todos!!!
Bienvenido 2017



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