Leila Abidar García

A veces una insignificante gota de rocío puede ser mas transformadora que el torrente de un río...

Mi alma  me abandona, tu ausencia me vacía...

Lo que a continuación transcribo son los sentimientos en orden  cronológico del proceso doloroso de destierro de mi corazón; empezó mucho antes, ciertamente, cuando el resentimiento y la venganza llegaron al  poder en  esta tierra de gracia, por allá por el año 1998. Las palabras, silenciosas a veces, me carcomían el alma; me limitaba a escribirle a mis amigos y a mi familia en el exterior, hasta que el tema dejo de interesarles, era un problema nuestro, de nadie más; al llegar las redes sociales, comencé a publicar mis sentimientos, sensaciones, vivencias, mi dolor, mi frustración... a veces, hacía largos silencios, comenzaba mi hastío, la impotencia ahogaba mis palabras, callaba mis versos. 

Saca del corazón los malos recuerdos y solo deja los hermosos momentos, coloca tu corazón en el balcón de tu vida para que palpite a los cuatro vientos.  

Cuando te acercas a la esquina para cruzar al último tramo de la vida comienzas a valorar y ponderar de manera distinta; te haces selectivo de cosas y situaciones para no permitir más veneno en tu vida; saboreas todo con más intensidad y solo te llevas al paladar y al corazón lo que realmente quieres y te provoca!

Simplemente dejamos de vernos dejamos de mirarnos,  esquivándonos los pasos,  tan cerca y tan lejos  en un mismo espacio. Dejamos de mirarnos,  de encontrarnos,  de besarnos con los ojos el alma,  de acariciarnos mirándonos arrebatando  suspiros y ganas a nuestra piel  erizada  que tanto ya nos extraña. Dejamos de mirarnos  y se fue apagando  la ardiente llama. Dejamos de buscarnos  en la profundidad de nuestras almas,  escapándose lejos,  la una de la otra   en sentido contrario,  huyendo de aquello  que alguna vez tanto anhelábamos.  Dejamos de mirarnos,  cómo nos ha pasado?  en que momento nuestras almas  se fugaron de esa mirada  de amantes apasionados? Dejamos de mirarnos nos ha pasado, ya no podemos ocultarlo…

Potreros amarillos, arboles desvestidos, caminos polvorientos de tránsito ciego, verano prolongado que no quieres partir, el Sol se asoma entre ramas desnudas para calentar aún más la lánguida tierra… Tristeza por doquier se siente sin duda las verdes praderas parecen sucumbir, es como si todo se vistiera de gris y te culpan a ti verano sin fin, y es que el país arde de angustias y a nadie le importa verlo morir. La lluvia no llega para refrescar la tierra y tampoco para lavar nuestras penas, cielo bendito derrama tu gracia y así liberarnos de tanta tragedia, despliega el arcoíris de esperanza, destaca el tricolor como señal cierta. Mi Venezuela perdida, te busco y no te encuentro, te extraño sin haberme ido aún…

A veces el miedo me aborda súbito y con desconcierto paralizando mi pensamiento, me hace cerrar los ojos, y el corazón de un vahído quiere escaparse de mi pecho me avisa que es cierto ese miedo que siento… Quisiera que para siempre se queden cerrados cuando pienso en las penas que pueden llegar a mis afectos… ese miedo que siento prefiero estar muerto. Quisiera no estar en ese tiempo del futuro incierto, para no sentir el sufrimiento de aquellos que amo con frenesí extremo cuando  lleguen los tristes momentos, de solo imaginarlo… ese miedo que siento, prefiero estar muerto. Ese miedo que siento provocara dolor en ellos, soy cobarde!!!! lo sé y lo siento, pero prefiero estar muerto… Es triste, pero díganme ustedes, a quien no le ha pasado,  cuando en medio de la noche nos asalta el pensamiento de que le suceda algo a algún ser querido...,  nos sucede de cuando en cuando, somos humanos sentir ese miedo al imaginar ese momento. Me

Tengo un juego con la vida, quizás lo aprendí tarde o a lo mejor no; dicen por ahí que cada cosa tiene su tiempo y la sabiduría va surgiendo poco a poco entre tu mente y el corazón, primero son gotas, ni cuenta te das; cuando maduras es como un manantial y cuando maduras un poco más, es un torrente con cascada incluida, deseando  bañar a todos los que están cerca de ti, pero extrañamente, tiene un efecto contrario, quizás empapabas más cuando eras más joven, por aquello de que te prestaban más atención, estabas en un cargo importante o ejercías exitosamente tu profesión o emprendimiento;  así que, tiene que ver que te escuchen o te tomen en cuenta en función de que tan influencer seas por grado de  importancia asociada.

A veces no sé si ser la de siempre la que provocas, la que incitas, la íntima e intensa, alegre y apasionada que se siente libre y maravillosa  que es capaz de volar y de borrar la distancia, la que te trae hasta ella con tan solo pensarte, que te siente y te acaricia derramándose  en ti. Y es que a veces no sé si soy tu tormenta o si soy como un oasis, no sé si soy  la que deseas  o quieres apartar de tu vida. A veces no sé que soy yo en tu existencia, mi alma dice que un siempre pero mi piel pierde el rastro y parece improbable, a veces tan importante y otras veces no tanto. Y es que  veces sólo quisiera ser lo que ya soy en tu vida una huella en tu alma que el tiempo no olvida... 

En la quieta laguna rodeada de garzas, la hermosa niña jugaba con su reflejo en el agua. Imagen perfecta de inocencia reflejada, preguntándole a la laguna por qué tan quieta estaba. La laguna como espejo dulcemente la miraba quería atrapar  la preciosa escena  y perpetuarla en su alma, para que nunca perdiera la inocencia reflejada. Sobre el noble tronco la niña se balanceaba, quería tentarla tocarla para inquietarla, y en círculos concéntricos  ver su imagen distorsionada. La laguna suplicaba -quédate quieta criatura  que muero de ganas de dejar grabada  tu imagen reflejada, tatuarla en tu corazón y que nadie pueda robarla-. Las libélulas alegres por el aire danzaban, y los peces sonriendo quietos se quedaban para no interrumpir la imagen soñada del dulce candor en el agua. Poema inspirado en la hermosa Fotografía tomada por Andry Rodriguez Valladares quien cada día también hace poesía con las capturas maravillosas y su sensibilidad.

Tócame con tu deseo y harás mi piel temblar, tócame con tu mirada y me sentiré desmayar, tócame con tus ansias y como imán me atraparas. Dibújame con tus labios escandalosas emociones, susúrrame tu lujuria y harás que mis ganas desborden como cascada. Tócame cuando bailemos y seré mil sinfonías, los acordes de tu deseo descubrirán en mi cuerpo. inimaginables armonías. Tocame con tu aliento  y  mil mariposas  danzaran en mi vientre.

Solo en el camino estaba pastando sin ningún apuro, la neblina bajaba del páramo y sentía la cruel soledad  que con tiranía  lo abrazaba. Los pájaros pasaban de largo y de cuando en cuando con agitación se burlaban, rompían apenas el silencio de la tristeza de su alma.  Caballo solitario  que del camino descansas con tristeza y ansias, retoma tu andar acompasado y deja atrás la añoranza.