MANDAMIENTO No 12: NO LO COMERAS CALIENTE

Todo dispuesto en el mesón, mise en place: harina, papelón, cerveza, levadura, sal, mantequilla, leche en polvo, azúcar, huevo…ACCION!!!! 


Listos para actuar, mientras los protagonistas del segundo acto quedaron tras batidores esperando su puesta en escena: jamón ahumado, tocineta ahumada, papelón (pequeño papel pero gran actuación), pasitas y aceitunas rellenas…, juntos no hay duda de que se robaran el show. Lo que no nos contaron que esto sería a pie, sí señor, que amasaríamos con nuestras manos, con nuestro corazón, con  nuestras ganas…que desesperación, las manos llenas de todo, y uno se pregunta: esto se junta? Comenzaron las miradas entre unos y otros compañeros de curso, técnicas de amasado y aquello parecía indomable, interminable, extrañe demasiado a mi kitchenAid, y cuando ya crees que lo lograste faltaba la peor parte: agregar la mantequilla. No les puedo explicar los minutos de desesperación y falta de fe en que aquello se iba a unir en perfecta armonía… y siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, sucedió, en perfecta  sintonía quedo atada la masa a la mantequilla, y en la siguiente fase al mejor estilo inglés, con una mano, con la otra, de aquí para allá, en movimientos rítmicos dibujando un corazón en el mesón, logramos una masa de apariencia lisa, tersa, que superaba la prueba del guante… 

No puedo decirles cuanto tiempo duro el proceso porque uno se olvida por completo del mundo exterior, pero el asunto es casi que como ir al gimnasio, brazos, antebrazos y si metes la barriga al momento del masaje, perdón, del amasado inglés, el efecto es el mismo…Superada esta prueba, vino el estirado, que también tiene su técnica, colocar el relleno y finalmente el adorno…. No puedo explicarles el olor cuando por fin fueron al horno, la gloria en la tierra…ya allí sabíamos que romperíamos el mandamiento No 12 en panadería: no lo comerás caliente… 

Fue mi primera vez con él... 
después de tantas caricias
y manoseo inglés, 
con efervescente cerveza 
y largas horas de espera
creciendo oculto, 
finalmente se atrevió
picándome el ojo 
de mirada fija color aceituna
y provocándome me dijo:
-muérdeme que aún estoy caliente!



Aprendí todos tus secretos y al final no me resistí...

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