SEMANA 05-11-2018 ESTAMOS DE CARAMBOLA JAJAJA


Esta semana las protagonistas fueron las hermosas y deliciosas frutas, entre ellas la carambola, vistosa por su forma de estrella que no todos conocíamos, además de tener unas excelentes propiedades para la salud: bajo contenido calórico, rica en vitamina C y potasio, alto contenido en fibra, laxante natural, etc., por lo que a partir de ahora la incluiré en mi dieta.

El día de ayer preparamos mermeladas, compotas, jaleas y frutas en almíbar, aprendimos sobre cada una de ellas, cuya diferencia básica está en la consistencia de la fruta, si es acuosa o pulposa, en la cantidad de azúcar y tiempo de cocción y en el tipo de corte o presentación, si van trituradas, troceadas, enteras. Nuestro grupo preparo higos en almíbar, jalea de fresas, compota de cambur y pretendimos, como nos gusta complicarnos, preparar una mermelada de granada que se quedó en jalea. 
La granada que conseguimos en nuestro trópico es pequeña, algo pálida, nada que ver con esas granadas de España por ejemplo, jugosas, rojas, provocativas, deliciosas; la primera dificultad fue extraer la pulpa, la casi efímera, escasa y anémica pulpa…le dimos una primera cocción para ablandarla, luego la pasamos por un colador y lo que nos quedo fue un líquido transparente, poco denso, de poco sabor…decepción total; cuando este del otro lado del charco intentare prepararla nuevamente. Puedo decirles que de todas las que probé, me encanto la mermelada de guanábana, deliciosa, y delicada, la de naranja también, el truco con es hacerla con zanahoria rallada y queda espectacular: color, textura, sabor.

Antes de empezar el laboratorio la profe nos volvió a retar… con el módulo de Dulces criollos y el formato que tiene. En nuestra Venezuela somos dulceros, demasiado, y nuestra dulcería criolla es muy amplia y muy característica de cada región: los andes, los llanos, oriente, zuliana, amazonas, falconiana, costera, margariteña, pero además tiene un sello de familia,  en cada casa tienen el secreto que se pasa o al menos se pasaba, de generación en generación; hoy día, eso se ha perdido, si no hay en la familia un apasionado de los fogones, de los sabores y los aromas, se pierde la tradición, lo cual me parece tan triste, porque esos recuerdos del paladar mantiene unida a la familia, preserva su esencia, etc. Mientras la profe hablaba, yo en mi memoria no tenía ningún dulce criollo, y es que claro, como siempre digo, soy material importado ensamblado en el país, fruto del amor de un guapo libanes con una hermosa española, por lo que poco se de esos sabores y métodos, en mi casa no había aromas de  dulce de piña o de lechosa, pero si teníamos en común la canela y el clavito, el arroz con leche por ejemplo, lo aprendí de mi abuela gallega, Josefa, y luego de casada,  debido a los antojos de manjar blanco, fue lo único que aprendí a hacer, y con que lo acompaño? con higos confitados jajajaja. 

Fue mi primer antojo cuando quedé embarazada de mi niña, y es que yo moría por el manjar blanco de la Sra. Edicta, mi querida suegra, que solo se esmeraba en complacerme!!! En cuanto supo de mi urgente deseo, éste fue enseguida satisfecho, preparado con ese toque que sólo tienen los nacidos en  tierras perijaneras, donde se preparan los mejores dulces criollos y postres de tradición zuliana. Así que fui una privilegiada, cuando esa abuela oriunda de la Villa del Rosario, preparó con tanto amor aquel manjar para su querida nuera, la que en el vientre llevaba a su siempre «mi bella linda», su primera nieta a quien tanto adoró. Mi suegra me enseño a prepararlo, y es lo único que se dé dulcería criolla, dulces de familia, les compartiré la receta. 

Y como de dulces de familia se trata, mi presentación será de un dulce árabe con el que crecí, que me encanta y que hago con frecuencia, llamado Namura, que  mi abuela Fátima preparaba; ella era Palestina pero  en tiempos de guerra, se fue a vivir al Líbano donde se casó. Cuando estuve en esas tierras lejanas ella lo hacía, pero en Maracaibo papá los compraba en la manicería árabe, o en el club sirio-libanes.

El reto entonces, consiste en preparar un dulce criollo de la familia en vivo y directo, tipo programa de tv, quedamos de nuevo petrificadas!!! Madre susto, compromiso…y que voy hacer yo con mi miedo escénico, almíbar o caramelo? No quiero imaginarme ese día jajaja. Pero hay que preparar el guión.

Hoy martes fue súper divertido, preparamos caramelos de frutas, aprendimos sobre el proceso de secado y caramelizado de frutas, para decoración, para snacks saludables; sobre que frutas se adaptan mejor para un método u otro. Quede fascinada con las estrellas de carambola, con los higos, con el coco, las manzana, las naranjas, los limones, da para mucho el tema. Quede encantada.

Les quiero comentar además que ya tengo asignados mis ingredientes para el primer proyecto: agua de rosas, ciruelas y frutos secos. Ya mi mente comenzó a trabajar y mis manos a hacer pruebas. Espero poder estar a la altura de mis compañeras, que sé que lograran maravillas con sus ingredientes. 



Animo muchachos, que estamos aprendiendo y creciendo.







MANJAR BLANCO DE MI SUEGRA

Ingredientes:
1lt de leche
1 taza de azúcar
5 cdas rasas de maicena
1/2 de taza de  crema de coco (opcional)
Clavitos de olor c/n
1 raja de canela y/o clavitos de olor (opcional)

Preparación: 
Colocar en una olla la leche entera y llevar a fuego medio, reservar una taza para diluir la maicena, agregar los clavitos de olor, el azúcar y la leche de coco, calentar y agregar la mezcla con maicena, revolver constantemente hasta que se obtenga la consistencia o espesor deseado.
Servir en porciones individuales, ideal para acompañar dulces criollos de piña-lechosa, limonsón, higos, etc.









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