SEMANA 19-11-18 CON AROMAS DE LA NAVIDAD QUE QUIERE LLEGAR

Quiere llegar, se asoma con  escasez, con prudencia, con pausa circunstancial por los tiempos que transitamos, viene tímida, vestida sin opulencia exterior, pero con intensidad en nuestros corazones. Hoy recibí de regalo unas ramas de pino  que con su aroma  me recuerda los arbolitos de mi niñez, los montes de Galicia, los viajes de enero a la Puerta; mi casa esta perfumada pero aún no está vestida, me debato entre hacerlo o no…los días corren y quizás me venga el ánimo y saque los cascanueces, las luces y los manteles rojos, la vajilla de la época, para vestir la mesa. Ayer mientras me trasladaba a la escuela pensaba en lo difícil que es mantener el equilibrio mental, la paz espiritual, en medio de este ambiente tan inhóspito que nos rodea y pretende tragarnos…
OMMMMMM, me repetía,  respira me decía, ya vas a llegar a tu oasis, a ese lugar donde cada semana hacemos magia, creando, aprendiendo, practicado. Alguien del grupo dijo que deberíamos tener clases toda la semana jajaja, pero bueno, de lo bueno poco.


Continuamos con nuestras prácticas de mousse, ayer le tocó de nuevo al chocolate, oscuro y blanco, y a las fresas. A veces, en los laboratorios,  nos sentimos en medio de una carrera, con tantos pasos y aspectos que deben coincidir: texturas con temperaturas, tiempos de enfriamiento para que el choque térmico no nos gane la partida, pone algo de tensión, de adrenalina en la formulación; la que si ya no nos gana, es la montada de la crema, el tema ha sido superado, el asunto estaba en la calidad de la leche para la elaboración de la crema vegetal. La estrella del día fue el mousse de chocolate blanco, un poco más complicado de elaborar, y aun  siendo nuestra primera vez, nos quedó perfecto y exquisito. Nos divertimos creando capas en copas y moldes, y en el día de hoy vimos los resultados con satisfacción, un hermoso trabajo el realizado por todos los grupos.

La profe, mientras nos divertíamos trabajando,  precisó dos fechas: presentación de Dulcería criolla y Presentación de Proyecto 1, así que comenzó la cuenta regresiva, madre susto. Yo sigo con mis pruebas, buscando el equilibrio perfecto entre mis tres ingredientes, aun no se me ocurre la forma…me siento como en la facultad, casi que hago una maqueta jajajaja. Creo que seré muy minimalista, nada ecléctica. También hablamos del compartir que tendremos para fin de año…será otra tragadera, madre mía, estoy engordando, y es que aquí también se engorda pensando.

Hoy martes nos envolvimos en aromas de canela, clavito y nuez moscada, en mezclas de  macerados con licores de frutas, almendras, nueces, frutas confitadas y glaseado. Preparamos Torta de Navidad, que será irrepetible, ya que cada quien aportó un poco de su macerado, algunos con secretos, otros con historia, el mío con nostalgia, y mientras escribo no puedo evitar soltar una lagrima, porque vienen a mi muchas imágenes de las veces que he destapado ese frasco y la circunstancias de cada momento.

Cuando estudiaba Arquitectura, en el grupo de amigas, que aún me acompañan en este fabuloso viaje de vida, conocí a la Tía Evita, tía de Mari e Ileana; ella hacía tortas de navidad y bolos; me impresionó su macerado de frutas, el tonelito donde lo guardaba, por lo grande, exquisito en aromas, embriagante, exótico, único. Lo aprendí de ella y al casarme dos años después, esa primera navidad me busque un frasco hermético de unos 30 cms de altura y prepare mi primer macerado. El frasco sigue conmigo,  de eso hace 33 años, lo guardo en la nevera desde entonces; está compuesto de orejones de duraznos, ciruelas, conchas de naranja, frutas confitadas, cerezas, dátiles, pasas uva, maceradas en ron, amaretto, licor de avellanas, licor de naranja, licor de uva, perfumado con esencia de  amor,  maternidad, gotas de amargura, algunas lágrimas de tristeza, crisis de divorcio, recuerdos de crianza, muchas noches de luna llena… Mientras más sentimientos mejor resultado, más espeso, más intenso. Tradicionalmente, cada año uso la mitad y en enero completo nuevamente el frasco; cada vez que lo uso me acuerdo de Tía Evita y tantas otras cosas. En otros tiempos preparaba muchas tortas para regalar a la familia, a mis amigos, para la nochebuena y para la nochevieja,  ahora se ha vuelto prohibitivo, la hiperinflación que vivimos salpica  todas las instancias de nuestra cotidianidad, pero nosotros no podemos dejar que nos abrume y nos impida sentir y vivir estas  fechas, solo debemos recalcular, redireccionar y pensar que vendrán tiempos mejores.



La Navidad quiere llegar, dejemos que nos atrape, nos envuelva y encienda luces en nuestro corazón.

Hasta la próxima semana..., el lunes me toca  presentar la receta del Namura ante mis compañeras, que susto jajajaja

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