Leila Abidar García

“Son las 8:15 am y voy en mi carro rumbo a la escuela, esta semana reiniciamos los laboratorios luego de haber  presentado el primer proyecto; suena en la radio The Captain of her heart y es inevitable sentirme transportada a una época, mediados de los 80, en ese entonces manejaba un malibú clasic color vino, modelo del año y regalo de grado; joven, soltera, recién graduada, con toda una vida por delante, cabello castaño claro largo, buena figura, piel tersa, decían que era bonita, y pues sí, yo también me lo creía.  Ante mi todo un futuro prometedor, con trabajo, en un país donde podía ahorrar, viajar, comprar una vivienda…y crecí, personal y profesionalmente, me case, tuve tres niños, me divorcie y pude seguir creciendo con mis hijos, darles una buena vida, educación, graduarlos y gracias a Dios, también logre sacarlos a tiempo de este país…cuánta agua ha corrido entre mis dedos, y ahora, transito por esta calles, desoladas, tristes, polvorientas, donde impera...

Cómo me dueles, cómo pretendieron y casi lo logran, destruirte; desangraron cada una de tus venas, te dejaron casi seca, a tus hijos los despojaron de su futuro, les vaciaron los sueños…y hasta algunos desterrados fueron!  Oh mi Venezuela querida pensé que te perdía, que a mi tampoco me querías…tu bravo pueblo despertó, de nuevo, del letargo inducido y vence el miedo infringido una vez más, el desanimo bebido y hasta la desesperanza aprendida, se levanta dispuesto a rescatarte, no lo logro con las redes del voto por un sistema manipulado, lo prefería antes de tener que empuñar la espada! Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzo, la ley respetando la virtud y honor! Te quiero Venezuela herida, mi Venezuela maltratada, el amor de tu pueblo que ha despertado de la pesadilla te sanara!  Hoy 23 Enero 2019 le entregara el sol a la luna destellos de libertad? No se qué sentir mas allá de esta breve esperanza que me ahoga y a veces se me quiere escapar y que temo volvamo...

Estábamos de vacaciones…bueno, debo aclarar que la Profe se encargó de que la recordáramos cada día, por nano segundos a veces, otras, en las horas de desvelo, de pronto, en medio de una tertulia, y claro, ella lo advirtió, que nos “amargaría” un poco las fiestas, y vaya que sí. En mi caso particular, ha tenido la gran proeza de recordarme aquellos días en la facultad de arquitectura, esa carrera que todo el que la estudia y la logra culminar, repite hasta el cansancio QUE NUNCA MAS NADA COMO AQUELLO!!!! Nada que exigiera exactitud, precisión, estética, creatividad, musas, etc., en una palabra PERFECCION!!!! Y en este punto, culpare a mi cuñada por incitarme, por meterme el gusanito. Hoy las recuerdo mucho a las dos, sí señor, lograron con un malayo merengue italiano, llevarme a los tiempos en que las entregas de proyecto final eran en papel pergamino a tinta chinaaaaaa, siiiiiiii, a ese momento, en horas de la madrugada en las que con la paralela y la escuadra biselada trazabas...