Leila Abidar García

Mañana 1ero de septiembre, otro día de gran expectativa, otro día de esperanza que nos permita lograr un cambio de rumbo con la exigencia de la  fijación de una fecha para realizar el revocatorio en el 2016. Llegamos a ese día, y algunos ni siquiera queremos sentir un mínimo de anhelo, sí, por aquello de no empavar la vaina; es más, me he negado a comprar nada de lo poco que hay, me he negado a “prepararme” por si acaso, es más, he querido aparentar ser indiferente…Lo he logrado?, claro que no! Para rematar, mi empresa de telefonía celular (esa que no es del gobierno), en una rareza de esas que nunca me había pasado, no aplica mi pago y me tiene cortada la línea del celular; he cancelado por 3 vías diferentes, con confirmación del banco en las 3 ocasiones, y nada que tengo línea, ya van dos días y que desesperación!!!! Carajo, me van a aislar? Justo ahora? Mi mente maliciosa piensa que es a propósito, que hay una maquiavélica orden imperial, perdón presidencial para que hagan

El espejo te avisa pero tu corazón aún salta; el cuerpo se cansa, pero tu corazón aún se emociona las fuerzas decaen pero las ganas del alma no te abandonan las contradicciones diarias aumentan queriendo hacer mucho sin poder hacer nada, incluso no hacer el ridículo comienza a detenerte. Miras el mañana de otra manera el presente  cobra más fuerza, el pasado se agiganta manifestando su importancia que a otros no les importa para nada... Tu vida comienza a pasar y desesperadamente necesitas dejar huella, temes que el olvido te borre de la faz de la tierra, pero peor aún, del corazón de los que  más amas... Fotografía tomada en la Bahía del Supi, Penísula de Paraguaná, Edo. Falcón, Venezuela.

A veces no sé si ser la de siempre... la que provocas, la que incitas, la íntima e intensa, alegre y apasionada que se siente libre y maravillosa que es capaz de volar y de borrar la distancia, la que te trae hasta ella con tan solo pensarte, que te siente y te acaricia derramándose   en ti. Y es que a veces no sé si soy tu tormenta o si soy como un oasis, no sé si soy   la que deseas o quieres apartar de tu vida. A veces no sé que soy yo en tu existencia, mi alma dice que un siempre pero mi piel pierde el rastro y parece improbable, a veces tan importante y otras veces no tanto... Y es que   veces sólo quisiera ser lo que ya soy en tu vida una huella en tu alma que el tiempo no olvida...

Mi piel es el jardín de tu amor que has sembrado con escandaloso ardor de flores multicolores  de excitación,   sobre prados húmedos de  verdes profundos, donde tus duendes construyen hermosos palacios de placer,  con espejos de agua que reflejan la dicha infinita de nuestro corazón.    Hermosos puentes sobre el  cálido paisaje  tienden nuestras almas cuando nos entregamos los dos con tan intensa pasión, anclados para siempre en un eterno amor. Fotografia de Elizabeth Paez Pardo