Cuando llegue el momento

Cuando piensas en ese momento en que la luz se apagara en tus ojos, tu corazón se detendrá y el alma escapará, el  miedo a que te olviden te aborda, la tristeza  de dejar a tus querencias te invade, y  el temor ante lo desconocido te estremece...te preguntas ¿esto es todo? aquí toda mi existencia se acaba, mi sabiduría se pierde y mis logros se quedan?, tanto crecer para morir?, tanto andar para detenerme eternamente? ser para desaparecer?.  Siento que no...que de alguna manera trascenderé y no será solo en los recuerdos de los que me amaron, o en las huellas de mi hacer diario; siento que en ese momento no acabara todo, que solo atravesaré una puerta a otra dimensión, esa en la que sé que están los que también ya se fueron, esa dimensión que en ciertos momentos de mi vida, abrió una rendija por la cual me hicieron sentir que estaban allí para mí, que me cuidaban desde esa otro lugar incógnito, por la cual en algún momento se escapó esa alma para hacerme sentir su presencia etérea, incorpórea. Así es la vida, sólo lo sabré cuando me llegue ese momento, algo que solo descubres en tu hora ya marcada.

 

He pensado en ese día

que puede llegar en un momento,

del que no podre escapar

a pesar de mis ruegos

donde ya no habrá voluntad

ni más pensamientos.

No quiero que encuentren

al buscar en mis recuerdos,

mis más profundos secretos

ni tampoco las miserias

y mucho menos mis sueños.

Quiero que me  encuentren

en el aroma de los nardos

y en la caricia del viento,

en el trinar de los pájaros

cuando el sol asoma de nuevo.

Que no haya discusión

por el poco equipaje que dejo,

porque aprendí con el tiempo

que ligera debe ser la carga

y abundante los momentos

que vividos tan intensos

hayan dejado huella

en los míos y en mi huerto.

Que busquen en las gavetas

de los densos recuerdos,

los tesoros  que necesitan

para que mi llama no se apague

en el corazón de mis deudos.