La sombra de la Rosa

No quiero ser la sombra,

que siempre te acompaña

quiero ser luz que a tu lado avanza,

y recorrer juntos el camino

que la vida a bien  nos traza,

que matiza nuestro brillo

y a veces nos opaca.

Quiero que nuestra esencia

no marchite la esperanza

y la lluvia solo lave

las impurezas que asaltan,

el aire se impregne

de nuestra fragancia

esa que solo se percibe

cuando el amor nos abraza.

Que nuestras espinas

no sean punta de lanza

para drenar del otro

el néctar de su fragancia,

sólo sean filosas espadas

y defiendan nuestro amor

de la insaciable crueldad

de las malas hierbas olvidadas.