Eres tu Felicidad?
¿Por qué
llegas tan pocas veces a mi puerta? cuando tocas, te he visto tan poco que a
veces ni siquiera te reconozco...otras, me da miedo dejarte pasar porque se que
tu estancia será corta, y lloraré tanto tu ausencia, que no podré evitar me
visite la tristeza.
Dime
Felicidad ¿por qué me quieres tan poco? es que acaso alguna vez te quedé mal y
no te supe apreciar? Tu amiga, Esperanza, siempre está en mi casa, ella me
sostiene y me enseña a soñar, algunos de esos sueños se han hecho realidad pero
ya tiene tanto tiempo conmigo que a veces no la tomo en cuenta ni siquiera para
volver soñar...
Hoy quiero
decirte Felicidad que quiero llegues muchas veces, siempre te abriré y en mi
corazón te podrás quedar, llegues sencilla o vestida de fiesta, no me importa
como lo hagas, sólo deja que pueda reconocerte para no dejarte volver a
escapar...
Escribirle a la Felicidad, reconocerla, descubrir
que depende de ti, sentirla, esperarla, encontrarla en todo lo que es el ámbito
cotidiano de tu vida..., es entender que sentirte feliz no depende de las
personas que están cerca de ti, que es un estado que va más allá de un
momento...que quizás es todo un transitar, algo que te envuelve, algo etéreo
que adorna tu alma.
Y cuando la vida toca tu alma con un momento
especialmente dramático, que te conmueve o te abruma, éste te transforma
y cambia tu perspectiva, tu alma especialmente tocada tiene la misión de tocar
otras que se sienten perdidas, tanto que no pueden ver a su alrededor y
mucho menos sentir en su interior.
Son momentos grises de la vida que todos
pasamos en este largo camino que transitamos, lo importante es querer ver de
nuevo el cielo azul y sentir la alegría de seguir el camino con el
alma danzando feliz.
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