LOS QUE SE VAN...LOS QUE SE QUEDAN...








No es fácil para el que se va..., porque el alma se le queda y pasa mucho tiempo sin regresar  a él, se desprende de su esencia patria, de sus afectos, no solo de los sabores, los sonidos  y los aromas de su tierra.

Tampoco para el que se queda..., sometido al desprecio de sus gobernantes, a la descomposición moral y social que envuelve todo el ámbito del día a día, al atraso, al empobrecimiento acelerado a pesar de tener capacidades y poner empeño, sometido al miedo de perder la vida en cualquier momento.

No hay una balanza que pueda sopesar lo que se gana y lo que se pierde, lo que te quita o te da...tanto para el que se va o para el que se queda;  no hay una vara que pueda medir la tragedia que se vive en las orillas contrapuestas de un río de tristezas que nos separa, en una orilla se quedan unos,  y a la otra se marchan otros;  en el medio de las dos orillas  el dolor corre como torrente de aguas turbias, revueltas, a veces teñidas de rojo por la sangre que se derrama por tanta injusticia; el país se nos derrama, se encharca, se llena de lodo, que lo sepulta, que lo socava, ante miradas atónitas, algunas todavía incrédulas, otras, ya muy pocas, con algo  de esperanza.

Lamentablemente nos toco vivir  el ciclo de la desesperanza que provoca la tiranía, del abandono y la desidia, del partir, de las despedidas, de la pérdida, del desarraigo, de la soledad,..., tiempos difíciles que algunos  pueblos ya vivieron, y que otros, también vivirán, porque así somos los humanos, no aprendemos de aquellos que ya transitaron por esa senda de dolor.







Venezuela tu alma se escapa
entre las fisuras del dolor,
tus montañas se inquietan,
las aguas revueltas,
los cielos ajenos,
la hierba verde se tiñe de rojo.

Te estremeces toda
y te sientes sola,
tus hijos confundidos
gritan, odian y lloran,
las almas blancas oran,
las jóvenes se desbordan
como torrentes de cascadas
por tus calles rojas
dando todo por salvar tu gloria....


Humanos: seres especialistas en repetir el dolor...

Comentarios

  1. Sentidas palabras de una realidad en pleno desarrollo. Una realidad difícil de predecir en su forma, pero fácil de suponer cada vez peor...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, estamos en medio de este torbellino, lo que digamos se queda corto para lo que vivimos...

      Eliminar
  2. Cada palabra que expresas, Leila, es el reflejo vivo en todo su ímpetu, de lo que hoy sentimos y de lo que hoy sufrimos los venezolanos.
    Gracias por llevar a la prosa, el rigor que significa haber nacido en nuestra bella patria, sentirla y sufrirla como nunca antes la sentimos y como nunca más deseamos sentirla!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Asi es Antonio!, gracias por leerme y por compartir tu sentir; una realidad dolorosa, cruel para muchos...

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

EL AMOR ES AZUL - PAUL MAURIAT

UN VENEZOLANO

CAMILO SESTO Y MI PRIMER BESO