DESPEDIDA
Me voy sin querer hacerlo,
llevándome un beso
que mueve cimientos,
en un abrazo de alma y cuerpo,
atrapamos el tiempo
que promete el momento
de un nuevo encuentro.
Rodando una lágrima
en profundo silencio,
el alma grita
la absurda distancia del tiempo.
Oh amor mío
que cerca y que lejos!
que cruel y que bello
tenerte tan solo
por etéreos momentos.
Excelente expresión de la actual vivencia venezolana.
ResponderEliminarUna nota de tristeza!
Gracias Leila.
Gracias Antonio por leerme, y ciertamente, como dices, quise expresar el dolor de tantas ausencias obligadas...
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