CELEBRANDO MI VIDA 10 10 2017

Y llegaron… o mejor dicho llegue yo y me estoy respondiendo aquella pregunta que me hice cuando cumplí los 20: dónde estaré cuanto cumpla 60? 

Pues en principio y gracias a dios sigo aquí, sí, aquí, en este plano físico, aquí junto a mi madre, con mis hermanos y con el regalo de vida más maravilloso que puede tener una mujer: tres tesoros, tres estrellas en mi firmamento, tres corazones que por bendición pude darle vida, sentirlos dentro de mí, amarlos antes de conocerlos, que alimente con mi sangre, que  pude modelar con amor, dedicación y paciencia, formarlos con valores y principios…ellos, Laura, Augusto y Juan, mi gran obra.

Soy hija de un Libanes con una Española, de un habibi  y un olé, eso ya es una de las maravillas que adornan mi vida, semejante mixtura, y ademas, para hacerlo mas grande todavia, nací en la tierra del sol amada, mi Maracaibo querido, así que soy una combinación extraña, exótica para unos, rara para otros; me pario y me crio una española, gallega para más. Mi origen es un orgullo, tengo sabor de Mediterráneo, Atlántico y Caribe, de esos mares soy. De mamá, la pasión y la alegría, la fuerza de un león, el amor por la cocina; de papá, la habilidad para los números, el amor por las palabras y su poder, la humildad de corazón, la constancia, la perseverancia. De los dos, el respeto a las diferentes creencias y el saber que si amas de verdad, las diferencias pueden convivir, católicas y musulmanas, con algo en común, que hay un solo Dios con caminos diferentes para llegar a él, así me lo enseño papá.

La música de mi vida ha sido el amor, y a pesar de no tener a alguien a mi lado en este momento, esos hombres que Dios me puso en el camino, tienen su lugar en mi corazón, más grande, más pequeño, más profundo, más ligero, algunos como ráfagas de viento, otros como velero en mar sereno. A cada uno de ellos, los ame con todas las letras, lo hice con pasión, con dolor, con entrega, sin esperar a cambio, con dedicación, con romance, con la piel, con el alma, sin razón, sin medida, con poesía… Mi mamá diría, que algunos, con gran equivocación…, y yo digo, porque así debía ser.

Mis pasiones:  mis hijos, primero que nada, viajar, escribir, cocinar, recibir en casa, charlar con amigos; son cosas sencillas, nada del otro mundo, a lo mejor son simples, pero son las cosas que me hacen feliz.

Me gusta el mar, pero le tengo mis reservas y un sueño recurrente donde siempre me ahogo…creo que es asunto pendiente de otra vida; me gusta caminar por un sendero marcado por pinos de un lado, y hermosos acantilados del otro, las flores, ver el cielo azul, el amanecer y la puesta del sol, escuchar música, leer, escuchar el ir y venir de las olas.

Mis frustraciones, no son muchas: no haber seguido estudiando piano, tener dos pies izquierdos para bailar.

Mi dolor…la pérdida de mi papa a los 21, mi divorcio, la distancia de algunos que decían ser mis amigos, lo que quise y no pudo ser, lo que me paso y marco mi vida, lo que me arrebataron sin permiso…

A veces, pocas realmente, me he sentido sobrepasada, deprimida, agobiada, casi siempre resultado del dolor de algunas situaciones que escaparon de mi capacidad para resolver, evitar, o advertir, pero mi fortaleza espiritual me permitió salir, levantarme, sobreponerme, perdonar, olvidar, perdonarme…No soy una súper mujer, soy LEILA, simplemente ella, con un nombre que significa Noche, inspiración de poetas, que escribe poesía de las cosas simples de la vida, también del amor y del desamor, de la distancia, de lo que no pudo ser…, que escribe un recetario para sus hijos y amigos, y que ha empezado un libro que quizás termine antes de partir.

Llego a este punto y siento muchas cosas: nostalgia por los momentos hermosos vividos que no volverán, miedo por el tiempo que me queda, que me parece corto para tanto que quiero hacer, temor de mi fragilidad humana, agradecimiento por lo que he vivido y por ser lo que soy, esperanza y ganas de seguir, de seguir emprendiendo, de poder dejar huella en el corazón de los míos, temor a que me olviden aun estando aquí…

Me dicen que es normal, que es parte de llegar hasta aquí.

Títulos? tengo varios: soy hija, hermana, fui novia, esposa, soy madre, tía, cuñada, amiga, comadre, soy suegra, consuegra, y aun no soy abuela, solo soy aspirante. Los otros títulos: arquitecto, tasadora, emprendedora y pichón de escritora.

Siento tristeza porque los últimos 20 años de mi vida me ha tocado vivir de primera mano la destrucción de mi hermoso país, y ya me quedo sin argumentos para poder seguir, a pesar de amarlo tanto, de que quizás no vea su liberación y su renacer, de que mis hijos se hayan tenido que ir y yo tenga que extrañarlos demasiado.

Hoy 10 de octubre de 2017 cumplo 60, tengo que hacerme a la idea, a pesar  que mi alma se siente aun de 30. Agradezco a Dios por permitirme celebrarlo, a mi mama porque siempre ha estado a mi lado dándome fuerzas, a mis hermanos que son los mejores, a mis hijos porque son mi regalo diario, a mis cuñadas, a TODAS!!!! Jajaajaja, a mis sobrinos que son mi orgullo, a mi familia de aquí y de allá, a mis amigos porque son el kirsch de mi vida y a mis amores  por todo lo que viví a su lado.

Viví, vivo y quiero seguir viviendo, así de hermoso como ha sido hasta ahora, con la sal y el limón, con la miel y la amargura, con lo picante e incitante, con lo sabroso y delicioso. Con todos los colores,  con el blanco y el negro.

GRACIAS DIOS POR ESTA VIDA MARAVILLOSA!

El espejo te avisa

pero tu corazón aún salta;

el cuerpo se cansa,

pero tu corazón aún se emociona

las fuerzas decaen

pero las ganas del alma 
no te abandonan.

Las contradicciones  aumentan

queriendo hacer mucho

sin poder hacer nada,

incluso no hacer el ridículo

comienza a detenerte.

Miras el mañana de otra manera

el presente  cobra más fuerza,

el pasado se agiganta

manifestando su importancia

que a otros no les importa para nada...

Tu vida comienza a pasar

y desesperadamente necesitas dejar huella,

temes que el olvido te borre

de la faz de la tierra,

pero peor aún,
del corazón de los que  más amas...