El país perfecto para vivir es aquel donde nacimos, crecimos e hicimos familia... si lo buscamos a donde vayamos, para encontrar el sosiego que perdimos, jamás seremos felices porque nunca nada podrá superar nuestra Venezuela que no fue perfecta, pero era nuestra!!!! Así que, nos toca ver el país que decidimos escoger como nuestro nuevo hogar, con ojos de amor, comprensión, humildad y con una gran dosis de adaptación; tratar de entender su cotidianidad e integrarnos, sí, lo sé, se dice fácil, pero ciertamente no lo es!!! Son otras costumbres, otras formas de ver y hacer vida. Lo hace más difícil la soledad que se siente, los abrazos que se extrañan, la familia que dejas, los amigos que se quedan... es muy duro, pero una vez que decidimos hacerlo debemos tener fortaleza para lograrlo... Es todo un proceso y admiro la valentía de los que ya se han ido. Primero, hice que ellos, mis hijos, se marcharan, porque aquí les secuestraban el futuro y sus vidas peligraban, po...
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